La complejidad de las ferias del libro

L as ferias del libro representan un universo para la literatura en muchos sentidos. Primero, es una gran oportunidad para comprar cualquier tipo de libros, no sólo de literatura, además de poder conocer las novedades editoriales, encontrar textos a un mejor precio, acudir a presentaciones o conferencias magistrales y conocer a los autores o autoras de una forma más cercana. Las ferias generan un ambiente tan ‘libresco’ que no aguantas las ganas de llevarte varios libros en una sola compra.

Segundo, las ferias también son de suma utilidad para las editoriales, pues estas pueden vender muchos libros en un sólo lugar y momento. Asimismo, pueden darse a conocer ante los lectores y lectoras, además de que pueden establecer tratos con otras editoriales. Para el público, las ferias pueden ser sólo ventas; pero para las editoriales son un lugar de negocios.

Por otra parte, las ferias también brindan una experiencia completamente distinta en torno a la literatura. Al momento de ser presenciales, el lector o la lectora siempre puede estar rodeada de libros, gente que habla sobre ellos, los mismos autores, reporteros, otros amantes de la literatura, etc. Sin embargo, al moverse a la modalidad virtual, también se modifica la experiencia. Me parece que en ocasiones, esta versión llega a ser más agotadora para todos/as, ya que estar pegado/a a una computadora resulta fastidioso. Asimismo, no se siente la misma presión para comprar libros.

No obstante, lo virtual también puede generar una mejor atmósfera nacional e íntima, puesto que puede flexionarse para que los escritores y las escritoras proyecten ideas por algo que los acompañe cerca de su hogar y lo compartan a la distancia.

En muchas ocasiones, creo que les llega a faltar publicidad para que la feria llegue a muchas más personas, sin embargo, la gente interesada siempre asistirá. He aquí un pequeño video de la FIL como feria virtual: https://www.dondeir.com/cultura/fil-de-guadalajara-2020-sera-virtual/2020/10/